- Utiliza un tono de voz calmado.
- Usa un lenguaje sencillo y claro.
- Evita dar largas explicaciones: frases cortas.
- Realiza comunicación directa.
- Reduce el exceso de gestos y expresiones faciales.
- Dales tiempo para procesar la información.
- Comprueba que la persona ha comprendido la información.
- Evita usar ironía y dobles sentidos .
- Las prisas y la presión aumentan la ansiedad.
- Ayúdate de apoyos visuales.